¿Acaso podemos permitirnos llegar tarde a algún lugar?
El Paraíso está en San Marcos Sierras. Aventuras. Experiencias de vida. Mucho del pasado, tal como fue, permanece intacto en nuestro pueblo.
La tierra, el hombre, sus costumbres naturales y ancestrales. La vida, el telar, las cosechas. Identidad. Pasión.
La gente y sus retinas donde se puede mirar la paz. Rostros y manos curtidas por el amor a la tierra.
El descanso se impone, viene solo. Tomarse un mate cebado con tortillas al rescoldo mecido en el respaldar de algún sillón, rodeado de paz.